Muchísimo más de lo que ustedes imaginan.
Volvamos a los dragones: Hace mil o dos mil años, todo el mundo sabía todo de los dragones: Que eran monstruos enormes alados y voladores, cubiertos de escamas, que escupían fuego, que su sangre te daba la inmortalidad y te curaba las heridas, que si los mirabas podrías quedar congelado para siempre, con el polvo de sus alas se preparaba un magnífico remedio contra la impotencia, y muchas cosas más. Cual era la otra característica?. No hacía falta ser ningún sabio ni genio, ni alquimista, ni mago, ni oráculo para saber todo eso: Lo sabía el herrero del pueblo, la comadre que iba al mercado, el cazador que buscaba un conejo en el monte, el campesino que cultivaba el trigo, el señor feudal que gobernaba al castillo y el rey que gobernaba al señor feudal. Se reunían en una taberna, al lado del establo, junto al fuego por las noches o en la sombra de la parra, y discutían sobre los dragones, sus perjuicios y beneficios, donde encontrarlos y que hacer con ellos. Pero, como siempre, había un pequeño problema: NUNCA NADIE HABÍA VISTO NINGUNO! y si alguno contaba haberlos visto, desgraciadamente no tenía ninguna prueba: No pudo traerse ni siquiera un pedacito del ala para preparar el polvito mágico (Pero aseguraba que su impotencia fue curada con solo verlo de lejos, si no que le pregunten a la Paquita, que de paso lo engaña con el arriero de burros que pasaba por el pueblo una vez al mes). Bueno, ahora saltamos bruscamente en el tiempo y el espacio, y caemos parados en este siglo XXI donde vivimos (o al menos eso creemos!). Que ocurre: están unos amigos sentados en la mesa de un bar, o esperando que empiece el partido de fútbol, o unas amas de casa en la cola de la caja del supermercado, y se ponen a hablar, si el tema no es la política o el precio de los alimentos (que también eran los temas principales hace 2000 años), seguro que como antes eran los dragones, hoy es la relatividad, los agujeros negros o los extraterrestres!. De los que hablan de ellos, nadie vio nunca ninguno, pero conocen todos sus "poderes y secretos". El 50% escuchó hablar de ellos en esos malos programas de "seudo-información-científica" que pasan por TV. El 25 %, se los comentó algún profesor de escuela, que a su vez lo aprendió de otro y ese otro no se sabe de donde lo conoció. Otro 23%, no sabe ni que son, pero eso no es motivo para dejar de emitir su opinión, que para ellos es la única válida y acertada. El 2% restante, leyó y aprendió cosas serias sobre esos temas, y cuando hablan, el otro 98% ni los escucha!.

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